En algún momento de la vida se pensó que era imposible viajar a la luna, hoy ya no.
En algún momento cuando los caballos tiraban de un carro, pensar que un coche con volante nos podría trasladar de un lugar a otro, era imposible, hoy ya no es así.
Correr 1km ½ en menos de 4 minutos era impensable, hoy ya no es así.
Lo que sí te puedo asegurar es que si quieres algo, hazlo, ¡hazlo ya! Empieza, crea tu dirección y lo más importante, darte cuenta de el para que lo haces y permítete volar, ir en dirección a tu propósito. La sociedad también anula nuestro propósito, nos prefieren sumisos antes que nos convirtamos en quien queremos ser, más controlados nos tendrán.
Los grandes genios o personas que han conseguido aquello que nosotros pensamos que nunca podremos llegar a conseguir, les diferencia algo de la mayoría de los mortales, son unos enamorados de su propósito y algo muy especial, saben el para qué lo quieren llevar a cabo. Hay muchas películas que nos hablan de alguien que ha ido a por todo, si te lo paras a pensar el para qué lo hacían ha sido el factor clave en que hicieran todo lo posible para que ocurriera.
Posteriormente a saber el propósito, una de las grandes virtudes que se necesitan es la disciplina. Entendida no como castigo, si no como tú estás al servicio de tu propósito y el para que pagando el precio que tengas que pagar o renunciando en ocasiones a cenas, a fiestas, a comidas. Esto es estar al servicio de lo que está dado para la humanidad por ti, aunque solamente seas tú, tendrá el efecto mariposa suficiente para que tu legado quede.
Plantéate, si tú, como madre o padre, como hijo/a o a nivel laboral, eres quien quieres realmente ser. Seguramente si hay algo en ti que no te llena suficiente, que te crea algún tipo de sufrimiento es que tú no sabes quien eres en realidad.
En los últimos años estoy acompañando a personas que nunca hubieran dicho que estarían donde están hoy, aunque en su interior, era lo que más deseaban, era un anhelo, esperando o renunciando a su estado de bienestar.
Cuando estamos situados en el lugar que el destino quiere que estemos, hay algo, un cambio, nuestras relaciones cambian, dejamos de culpar a los demás de lo que decimos que no nos dan, miramos al mundo, a nuestros seres queridos con empatía dejando que encuentren su propósito, su creatividad.
Busca cada día la mejor versión de ti, despertando tu nivel de consciencia, apartando el estado de vigilia en el que estás acostumbrado a vivir y brilla, brilla con todo lo que eres. Es una pena que el mundo no pueda crecer a través de todo lo que tienes para aportar.
¿Para qué guardar tu conocimiento de vida para ti y unos pocos más, cuando seria un regalo para todos ir hacia un mundo mejor? Ser unas familias conscientes de las capacidades de que cada miembro.
Cuando las madres y padres vamos en dirección a nuestro propósito, permitimos que nuestros hijos desde la incertidumbre vuelen hacia su libertad.
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