josepsantaularia.com
Mujer no es entendida al hablar

Tú puedes ser el alquimista o cirujano de tus palabras

Seguramente en alguna ocasión, después de expresar algo y recibir la respuesta de lo que has dicho, habrás expresado -NO, lo que yo quería decir era esto-

¡Es algo muy habitual! Esto hace que después culpemos a los demás que interpretan, no empatizan y que no nos entienden. ¿Te pasa en alguna ocasión?

 

Por este motivo, es importante primero de todo, responsabilizarnos de nosotros, saber que es lo que queremos decir, saber a quién tenemos delante, como se lo expresaremos y seguramente lo más importante para qué.

Es diferente hablarle a tu pareja, a tu hijo de 7 años, al de 15 o a tu madre o padre.

 

Cuanta menos capacidad de apertura a otras posibles maneras de hacer, ver y comprender, más fraccionados estamos como personas, esto quiere decir que buscamos una y otra vez una expresión muy limitante que es “yo soy así” ¿qué es ser “yo soy así”?

 

De entrada, es una limitación, a ver todas las posibles posibilidades que te puede ofrecer la vida, es cómo llevar un traje de neopreno comprimido todo el día sin permitirte abrirte a todas las cosas buenas que hay para ti.

 

El miedo, aunque no sea reconocido es el principal motivo para no expresar, para no comunicarnos y para no abrirnos a otras posibles posibilidades. Por una razón bastante sencilla, las preguntas y respuestas que da nuestra limitación y la auto imagen que tenemos de nosotros mismos, pensamos que abrirnos y comunicarnos de otras maneras perderemos algo, los demás no nos verán seguros, congruentes y el miedo a no ser queridos y respetados. La autoimagen aprendida en la infancia, llevada a cabo en la adultez es estar todavía anclado en el pasado, en lo que no existe y provoca que no nos sintamos lo suficientemente comprendidos por el entorno, culpamos a los demás y también nos acabamos convirtiendo en críticos hacia nosotros mismos.

 

Siempre hay un momento de lucidez, donde el alquimista interno sabe en realidad qué quieres decir y para qué, aunque el Ego después continúe haciendo de las suyas y no permita variar ni transformar lo que si sabemos que queremos.

Sí sabemos lo que queremos, solamente tenemos que quitarnos la venda de los ojos y reconocer de una vez que nuestra necesidad máxima es sentirnos queridos y reconocidos.

 

Te recomiendo que anotes un deseo profundo en el que te quieres convertir.

Tres acciones completamente diferentes que hayas hecho hasta hoy, que marquen el camino para conseguirlo.

Por último, escribe como te sientes una vez conseguido, viviéndolo y  siéndolo.

 

Imagen:Freepik

Scroll al inicio