Trabajando 18h diarias, de domingo a domingo, pasando consultas, viajando por España, llegué al éxito ficticio que me había creído, acompañado de mis creencias “trabaja duro, si no trabajas mucho no llegarás a ningún sitio, no te fíes de los demás”.
Me di cuenta del vacío interno y existencial que había dentro de mí, después de un recorrido que duró más de diez años aprendí y cree un método para integrar las creencias que me limitaban y empezar una vida plena y mejor, en mi trabajo y con mi familia.
En primer lugar dejé de trabajar todos los días de la semana, dándome cuenta que trabajar duro no me aportaba lo deseado.
Empecé a tener tiempo para mí, disfrutar de la familia, dejé de culpar a los demás de todo aquello que yo decía que no me aportaban. Me dediqué a mí gran afición, navegar, una gran pasión para mi durante años. Algo muy importante fué descubrir que el “menos es más”.
Hoy en día siento que yo decido como estructuro mi tiempo, disfruto de lo que hago sin sentir que es un esfuerzo, he aprendido a delegar y confiar en los demás, puedo recibir sin sentir que estoy en deuda, viajar, aprender de otras culturas, sentarme en el sofá de casa sin sentirme culpable de la no acción.
El sentimiento más importante es la tranquilidad. Esto me permite una mejora en mi calidad de vida, aumenta el nivel de concentración, y nivel de pensamiento creativo conllevando una serenidad de animo, sintiendo que es mas fácil aceptar que soy merecedor de las cosas buenas que me da la vida.
La tranquilidad y la paz me han dado una atmósfera de bienestar, creando el mundo en el que quiero vivir y cómo.
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