En las familias, cuando llegan los hijos, tienen en común que los padres piensan que lo harán mejor que sus progenitores.
¡Sí, has leído bien!
La gran mayoría de padres piensan que darán a sus hijos todo aquello que ellos dicen que no han recibido y que les liberarán de cualquier mal. Es difícil reconocer estos pensamientos así de claro.
Quiero empezar diciendo que “no hay mejores progenitores para los hijos que los que tienen”. Partiendo de la base que los padres hacen lo que pueden y saben en cada momento.
Aunque, siempre hay un “aunque”, sí, es así, y son los que nos permiten evolucionar y hacer mejores versiones de las familias.
Ya que la mente inconsciente predomina en un 95% sobre la mente consciente, entenderás que el ser humano tiene una gran dificultad en escoger y tomar decisiones libremente.
Todo y que nuestra mente consciente lucha en muchas ocasiones en busca del cambio que sabe que necesita para no caer repetidamente ante algunas situaciones, donde la conciencia sabe que no es lo mejor, sin embargo se vuelve a caer repetida y automáticamente.
Con toda esta explicación te hago una pregunta, ¿piensas que has escogido a tu pareja de manera libre y sin condicionantes inconscientes?
Lo más seguro es que no haya sido así, toda tu experiencia está guardada en tu mente inconsciente, tus acciones. Buscarás la pareja que se identifique con tu necesidad inconsciente más fuerte sobre alguno de tus progenitores, se empieza a repetir con la elección de la pareja y la acción con los hijos.
Sienten que tienen lo que se decían que les daría la felicidad y ahora hay un vacío importante, sintiéndose culpables porque su dialogo interno les dice que no es normal ni justo sentirse así.
Piensa que cada persona, como ser individual, tiene un tipo de carácter formado antes de los primeros 7 años de vida, con ciertas creencias familiares y mitos personales de cómo fue en realidad. Como seres neuróticos que somos, manifestamos nuestras pasiones y fijaciones en nuestras relaciones, es así y así lo traspasamos a nuestros hijos, somos un condicionante en busca de no serlo hacia nuestros hijos.
Cómo Josep me doy el permiso de darte mi opinión, permite que tus hijos aprendan a validar su propia experiencia. Como madre, está claro que necesitarás marcar normas. Toma conciencia que tú reflejas tu historia, tu vida y experiencia, pensando que para él ha de ser de gran ayuda.
Un hijo necesita, normas, amor y algo muy importante, nutrirse del amor que tengan entre ellos sus progenitores.
En mi Facebook live, puedes ir siguiendo como afecta cada carácter (eneatipo) en la relación con los miembros de la familia.
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